La
región Calima está ubicada en las estribaciones
altas de la cordillera occidental, en la zona central del departamento del
valle del cauca, con una altura promedio de 1.500 m.s.n.m. Es una región
caracterizada por suaves colinas, abundante agua y un clima templado que abarca
los municipios de: Restrepo, Calima-Darién y, de manera parcial, Yotoco y
Vijes.
Historia:
La cultura Calima se refiere a las
personas que habitaban la región del Valle del Cauca desde el año 1600 a.C.
hasta el siglo sexto. Abarca a diferentes grupos de personas que vivían en esa
región durante diferentes periodos de tiempo, pero debido a las similitudes en
los restos arqueológicos y el hecho de que estas personas habitaban las mismas
zonas, han sido clasificados como una única cultura. Debido a que varios grupos
forman lo que es la cultura Calima, no es uniforme y continua a lo largo de su
historia.
Por eso, los expertos han dividido la historia de Calima en tres diferentes períodos culturales que reflejen con mayor exactitud las personas que la componen durante un tiempo determinado. Estos periodos son conocidos como Llama, Yotoco y Sonso. Los términos yotoco y sonso son términos indígenas que sobrevivieron a la época colonial. Ilama, era el nombre de un pueblo de territorio sonso que en 1.552 se encontraba bajo el mando de un cacique de nombre “Bonba”.
Por eso, los expertos han dividido la historia de Calima en tres diferentes períodos culturales que reflejen con mayor exactitud las personas que la componen durante un tiempo determinado. Estos periodos son conocidos como Llama, Yotoco y Sonso. Los términos yotoco y sonso son términos indígenas que sobrevivieron a la época colonial. Ilama, era el nombre de un pueblo de territorio sonso que en 1.552 se encontraba bajo el mando de un cacique de nombre “Bonba”.
Desarrollo
histórico:
1. Los cazadores y recolectores: La etapa inicial y más primitiva duró cerca de 6 mil años.
2. Sociedades productoras (Agricultura y alfarería): Sobre el tema de estudio se divide en tres secciones: Llama, Yotoco y Sonso
El período Llama se extiende desde el año 1600 a.C hasta 600 d.C Durante este período la principal característica que lo distingue es la creación de cerámica con imágenes que representan la vida cotidiana de la gente común, los animales que vivían con ellos y criaturas ficticias mitad humanas y mitad animal.
El período Yotoco comenzó alrededor de 1110 a.c. a 65 dC Este período es fácil de reconocer por muchos objetos encontrados en los últimos años. Estos objetos comparten en común la utilización de los colores negro, rojo y naranja. También es común encontrar vasijas de barro con formas de aves o ranas durante este período.
El último período, conocido como Sonso, Comenzó a partir de 710 a.c. a 45 dC y la principal característica distintiva de este período es la creación de los vasos o vasijas de barro que poseen tres asas, se cree que tenían un propósito religioso en sus rituales y ceremonias.
Ocupación y sustento:
Considerando
el medio en que vivieron los calima se puede razonar que sus ocupaciones fueron
agrícolas en los cultivos de yuca, maíz, ñame, tabaco, batatas y ahuyamas; que
la caza del monte les debió suministrar zainos, monos, nevados, guaguas, dantas
y pavas, y que los ríos y lagunas les fueron generosos en pescado y manatíes.
Fueron, a pesar de la proximidad al mar, un pueblo sedentario. Considerando el
medio en que vivieron los calima se puede razonar que sus ocupaciones fueron
agrícolas en los cultivos de yuca, maíz, ñame, tabaco, batatas y ahuyamas; que
la caza del monte les debió suministrar zainos, monos, nevados, guaguas, dantas
y pavas, y que los ríos y lagunas les fueron generosos en pescado y manatíes. Fueron,
a pesar de la proximidad al mar, un pueblo sedentario.
Viviendas:
Aún
se aprecian en las laderas de los montes, las pequeñas plataformas excavadas
donde los calimas construyeron sus casas, dominando las colinas. Debido a las
características de la zona, debieron ser chozas fabricadas con variadas maderas
abundantes en los bosques aledaños, techadas con hojas de palma y sutilmente
decoradas.
Fabricaban:
Hacían
fabricaciones de cordeles hechos con pelo humano; cerámica muy bien elaborada
con motivos zoomorfos; pintada con ocre, naranja, rojo y negro, con incisiones
y relieves. Particularmente, los calima
acostumbraban crear vasijas de tres asas, aptas para colgar a la espalda.
fabricaban hachas de piedra, cinceles, collares de cuentas de cuarzo, silbatos,
esteras de corteza de majagua torcida y amarrada con cordeles de cabello;
torteros en pizarra y grabados incisos en este último material, y también urnas
funerarias para sus enterramientos secundarios y para depositar bajo la tierra
los huesos de sus muertos.
Así
mismo recipientes con decoraciones muy especiales, que nos hace pensar que
tenían exclusivamente una finalidad ritual. Casi siempre llevan dibujos en
formas de animal o bien de figuras humanas estilizadas. En otros casos tienen
diseños en alto relieve o, más bien, como adiciones de diseños muy curiosas que
representan algo mítico. Cuyo significado estamos lejos de descifrar. Parece
que la imaginación nativa tomaba vuelos abstraccionistas difícilmente superados
en nuestras culturas precolombinas,
a no ser por los Taironas y Tumacos, tan dados a representaciones alegóricas en
sus confecciones alfareras.
Orfebrería:
Los Calimas figuran entre los más grandes
orfebres de nuestra época prehispánica, a tal grado, llegaron en este arte que
pueden equipararse con los Quimbayas, Taironas, Chibchas y Sinúes, que fueron
verdaderos maestros en el arte orífice, cuya reputación como tales se ha
extendido por todos los ámbitos de la tierra.
El llamado estilo Calima se caracteriza por el exceso de decoración.
Fabricaron sutilmente diademas, arcos, carretes y vasijas cónicas, orejeras,
pectorales, narigueras ceremoniales, vasijas antropomorfas y zoomorfas,
caracoles de gran perfección, posiblemente tomando como horma caracoles
naturales; propulsores, pinzas para depilar, alfileres para sostener los
mantos, collares modelados sobre alma de arcilla y tiaras. Todas estas piezas
revelan que los calimas alcanzaron una cultura refinada,
lujosa y de gran contenido espiritual.
Alfarería:
Lo más representativo de la cerámica calima son los
canasteros o pequeñas esculturas de figuras humanas que llevan a la espalda un
elemento de carga, canastos o vasijas de forma tubular. Impresiona el realismo
de estas figuras en las cuales pueden apreciarse los rasgos físicos , el
vestido y hasta expresiones de la cara.. Los canasteros antropomorfos están
maravillosamente ejecutados, tanto que en muchos casos parecen verdaderas
estatuillas. Muchas de estas piezas llevan decoraciones incisas,
geométricas, mientras otras son lisas.
Otra variedad Calima se constituye en una especie de estatuilla, es la que se conoce con el nombre de “patón”. Se trata de estatuillas huecas, de paredes más o menos delgadas, siempre en posición de pie y con las piernas ligeramente apartadas. En realidad se trata de recipientes, seguramente utilizados para fines rituales, donde los fieles depositaban preseas para sus dioses tutelares. En este caso tendrían la misma finalidad que los gazofilacios Quimbaya. Piezas típicas de la región Calima son las maternidades, las figuras femeninas gordas y personajes de ojos rasgados y labios gruesos.
Costumbres:
Ateniéndonos a las figuras humanas conservadas en su
alfarería y orfebrería, descubrimos que usaron el cabello largo, arreglado en
lo alto con artísticos peinados, y que fue general entre ellos ese carácter
caribe de deformarse los músculos con ligaduras transversales. La riqueza y
método de sus enterramientos los equiparan, en lo que toca a sus creencias en
el más allá, con los pueblos más avanzados del territorio colombiano.
El mundo mítico Calima estuvo inundado de bestias
fabulosas. Se combinaban varios animales en un solo ser. Al parecer el culto
funerario tuvo gran importancia para los distintos periodos de la cultura Calima.
Datos de interés:
Estos grupos del Valle del Cauca eran eminentemente
guerreros.