lunes, 5 de noviembre de 2012


La Cultura Calima es una población precolombina, que existía en el actual territorio de Colombia en sus regiones occidentales, entre los ríos San Juan, Dagua y Kalima, en el valle del Cauca. Como resultado de las excavaciones arqueológicas en esta región se ha observado terrazas, que fueron construidas para sus viviendas, pinturas rupestres, tumbas, cerámicas y joyas. El nombre Calima, se refiere a la zona geográfica en donde se han hallado los vestigios arqueológicos y no a los aborígenes que habitaron la región.

Ubicación geográfica:

La región Calima está ubicada en las estribaciones altas de la cordillera occidental, en la zona central del departamento del valle del cauca, con una altura promedio de 1.500 m.s.n.m. Es una región caracterizada por suaves colinas, abundante agua y un clima templado que abarca los municipios de: Restrepo, Calima-Darién y, de manera parcial, Yotoco y Vijes.

Historia:

La cultura Calima se refiere a las personas que habitaban la región del Valle del Cauca desde el año 1600 a.C. hasta el siglo sexto. Abarca a diferentes grupos de personas que vivían en esa región durante diferentes periodos de tiempo, pero debido a las similitudes en los restos arqueológicos y el hecho de que estas personas habitaban las mismas zonas, han sido clasificados como una única cultura. Debido a que varios grupos forman lo que es la cultura Calima, no es uniforme y continua a lo largo de su historia.
Por eso, los expertos han dividido la historia de Calima en tres diferentes períodos culturales que reflejen con mayor exactitud las personas que la componen durante un tiempo determinado. Estos periodos son conocidos como Llama, Yotoco y Sonso. Los términos yotoco y sonso son términos indígenas que sobrevivieron a la época colonial. Ilama, era el nombre de un pueblo de territorio sonso que en 1.552 se encontraba bajo el mando de un cacique de nombre “Bonba”.

Desarrollo histórico:  

1. Los cazadores y recolectores: La etapa inicial y más primitiva duró cerca de 6 mil años.
2. Sociedades productoras (Agricultura y alfarería): Sobre el tema de estudio se divide en tres secciones: Llama, Yotoco y Sonso

El período Llama se extiende desde el año 1600 a.C hasta 600 d.C Durante este período la principal característica que lo distingue es la creación de cerámica con imágenes que representan la vida cotidiana de la gente común, los animales que vivían con ellos y criaturas ficticias mitad humanas y mitad animal.

El  período Yotoco comenzó alrededor de 1110 a.c. a 65 dC Este período es fácil de reconocer por muchos objetos encontrados en los últimos años. Estos objetos comparten en común la utilización de los colores negro, rojo y naranja. También es común encontrar vasijas de barro con formas de aves o ranas durante este período.

El último período, conocido como Sonso, Comenzó a partir de 710 a.c. a 45 dC y la principal característica distintiva de este período es la creación de los vasos o vasijas de barro que poseen tres asas, se cree que tenían un propósito religioso en sus rituales y ceremonias.

Ocupación y sustento:

Considerando el medio en que vivieron los calima se puede razonar que sus ocupaciones fueron agrícolas en los cultivos de yuca, maíz, ñame, tabaco, batatas y ahuyamas; que la caza del monte les debió suministrar zainos, monos, nevados, guaguas, dantas y pavas, y que los ríos y lagunas les fueron generosos en pescado y manatíes. Fueron, a pesar de la proximidad al mar, un pueblo sedentario. Considerando el medio en que vivieron los calima se puede razonar que sus ocupaciones fueron agrícolas en los cultivos de yuca, maíz, ñame, tabaco, batatas y ahuyamas; que la caza del monte les debió suministrar zainos, monos, nevados, guaguas, dantas y pavas, y que los ríos y lagunas les fueron generosos en pescado y manatíes. Fueron, a pesar de la proximidad al mar, un pueblo sedentario.

Viviendas:

Aún se aprecian en las laderas de los montes, las pequeñas plataformas excavadas donde los calimas construyeron sus casas, dominando las colinas. Debido a las características de la zona, debieron ser chozas fabricadas con variadas maderas abundantes en los bosques aledaños, techadas con hojas de palma y sutilmente decoradas.

Fabricaban:

Hacían fabricaciones de cordeles hechos con pelo humano; cerámica muy bien elaborada con motivos zoomorfos; pintada con ocre, naranja, rojo y negro, con incisiones y relieves. Particularmente, los calima acostumbraban crear vasijas de tres asas, aptas para colgar a la espalda. fabricaban hachas de piedra, cinceles, collares de cuentas de cuarzo, silbatos, esteras de corteza de majagua torcida y amarrada con cordeles de cabello; torteros en pizarra y grabados incisos en este último material, y también urnas funerarias para sus enterramientos secundarios y para depositar bajo la tierra los huesos de sus muertos.
Así mismo recipientes con decoraciones muy especiales, que nos hace pensar que tenían exclusivamente una finalidad ritual. Casi siempre llevan dibujos en formas de animal o bien de figuras humanas estilizadas. En otros casos tienen diseños en alto relieve o, más bien, como adiciones de diseños muy curiosas que representan algo mítico. Cuyo significado estamos lejos de descifrar. Parece que la imaginación nativa tomaba vuelos abstraccionistas difícilmente superados en nuestras culturas precolombinas, a no ser por los Taironas y Tumacos, tan dados a representaciones alegóricas en sus confecciones alfareras.

Orfebrería:

Los Calimas figuran entre los más grandes orfebres de nuestra época prehispánica, a tal grado, llegaron en este arte que pueden equipararse con los Quimbayas, Taironas, Chibchas y Sinúes, que fueron verdaderos maestros en el arte orífice, cuya reputación como tales se ha extendido por todos los ámbitos de la tierra.

El llamado estilo Calima se caracteriza por el exceso de decoración. Fabricaron sutilmente diademas, arcos, carretes y vasijas cónicas, orejeras, pectorales, narigueras ceremoniales, vasijas antropomorfas y zoomorfas, caracoles de gran perfección, posiblemente tomando como horma caracoles naturales; propulsores, pinzas para depilar, alfileres para sostener los mantos, collares modelados sobre alma de arcilla y tiaras. Todas estas piezas revelan que los calimas alcanzaron una cultura refinada, lujosa y de gran contenido espiritual.

Alfarería:

Lo más representativo de la cerámica calima son los canasteros o pequeñas esculturas de figuras humanas que llevan a la espalda un elemento de carga, canastos o vasijas de forma tubular. Impresiona el realismo de estas figuras en las cuales pueden apreciarse los rasgos físicos , el vestido y hasta expresiones de la cara.. Los canasteros antropomorfos están maravillosamente ejecutados, tanto que en muchos casos parecen verdaderas estatuillas. Muchas de estas piezas llevan decoraciones incisas, geométricas, mientras otras son lisas.

Otra variedad Calima se constituye en una especie de estatuilla, es la que se conoce con el nombre de “patón”. Se trata de estatuillas huecas, de paredes más o menos delgadas, siempre en posición de pie y con las piernas ligeramente apartadas.  En realidad se trata de recipientes, seguramente utilizados para fines rituales, donde los fieles depositaban preseas para sus dioses tutelares. En este caso tendrían la misma finalidad que los gazofilacios Quimbaya. Piezas típicas de la región Calima son las maternidades, las figuras femeninas gordas y personajes de ojos rasgados y labios gruesos.

Costumbres:

Ateniéndonos a las figuras humanas conservadas en su alfarería y orfebrería, descubrimos que usaron el cabello largo, arreglado en lo alto con artísticos peinados, y que fue general entre ellos ese carácter caribe de deformarse los músculos con ligaduras transversales. La riqueza y método de sus enterramientos los equiparan, en lo que toca a sus creencias en el más allá, con los pueblos más avanzados del territorio colombiano.

El mundo mítico Calima estuvo inundado de bestias fabulosas. Se combinaban varios animales en un solo ser. Al parecer el culto funerario tuvo gran importancia para los distintos periodos de la cultura Calima.

Datos de interés:

Estos grupos del Valle del Cauca eran eminentemente guerreros.
El nombre de Calima, se refiere a la zona geográfica en donde se han encontrado los vestigios y no a los aborígenes de la región. Habitaron en la zona, grupos indígenas como los Gorrones, los Liles, que habitaban la parte occidental de la zona y llegaba hasta la ciudad de Cali.